Los desórdenes craneomandibulares (DCM) son un conjunto de
enfermedades/alteraciones que cursan con signos y síntomas en el área de la
articulación temporomandibular (ATM), de los músculos de la masticación y /o estructuras
orales (dientes, encía..)
El dolor más frecuente está localizado en el área de la ATM
y/o los músculos masticatorios. También son frecuentes la limitación en la
apertura bucal, así como los ruidos en la ATM (chasquidos, crepitaciones,
etc.). Así mismo pueden originar molestias en otras zonas, como en el oído, la
mandíbula, así como en el dolor de cabeza (http://vmfisioterapeuta.blogspot.com.es/2013/01/cefalea-tensional-y-cefalea-de-origen.html) y dolores referidos de la espalda,
cuello, etc.
Estas alteraciones pueden estar relacionadas con el
apretamiento de dientes, diurno o nocturno (Bruxismo), que también puede provocar ensanchamiento de los músculos de la cara, desgaste excesivo de los
dientes o movilidad de los mismos, y con otros hábitos como la onicofagia
(morderse las uñas),etc.
Tipos de DCM:
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Articulares, musculares y mixtos.
La ATM es la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo,
la conforman una cavidad alojada en el cráneo, la parte superior del hueso de
la mandíbula tiene forma de habichuela y se denomina cóndilo, y un disco
articular interpuesto entre ambas.
Los motivos de
consulta más frecuentes son porque se alteran la colocación y la función de
estos tres elementos y se producen ruidos, bloqueos (no abrir la boca) o luxaciones (no poder cerrar
la boca) que en su conjunto llamamos desórdenes internos.
Los músculos de la masticación conectan la mandíbula a la
cabeza y al cuello. Aportan la fuerza necesaria para masticar, hablar, tragar,
reir… los músculos del cuello sujetan la función de la mandíbula.
Generalmente se alteran por
sobreutilización. Su contracción exagerada o mantenida produce fatiga y
consecuentemente dolor en la cara, cabeza, cuello y hombros.
Los principales factores relacionados con DCM son:
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Hiperlaxitud o hipermovilidad articular.
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Estrés.
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Malos hábitos.
¿Cómo puedo saber si tengo una DCM?
Existen una serie de cuestiones que pueden orientar para
saber si se padece una DCM:
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¿se le queda la mandíbula bloqueada, fija o fuera
de su sitio?
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¿tiene dolor al masticar, hablar o utilizar la
mandíbula?
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¿nota ruidos o chasquidos al abrir o cerrar la
boca?
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¿suele sentir cansancio o rigidez en los
maxilares?
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¿padece con frecuencia de cefalea, dolor de
cuello o de dientes?
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¿nota los dientes sensibles o desgastados?
Cuantas más veces haya contestado “si”, más probable es que
padezca una DCM y que precise acudir a nuestras consultas a realizarse una
revisión.
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http://vmfisioterapeuta.blogspot.com.es/2012/10/estres-bruxismo-fisioterapia.html